El Ministro de Salud ha perdido el rumbo por la ira y el juicio malsano. Al ingresar al Ministerio algunos analistas pensaban que por ser economista le iba a dar al sector una visión distinta e iba realizar una transformación que impulsaría el cambio hacia un Sistema de Salud que pudiera mejorar su autosostenibilidad y las practicas eficientes. Sin embargo no ha ocurrido así, el fracaso de la gestión de Garrido inicio desde el punto de quiebre de perder el respeto al núcleo del sector, que lo forman los profesionales de la salud encabezados por los médicos.Falta de respeto al realizar una campaña enconada contra los médicos, derribando el frágil prestigio de la profesión, sometida a la falta de recursos del hospital, la desinformación del usuario y la situación de atender personas con gravedad. Al extremo que violando el derecho consuetudinario, por años los hospitales se han construido con instalaciones de residencia para descanso de los profesionales de guardia, convoca a la prensa para irrumpir en el dormitorio de los médicos buscando desprestigiarlos. Hasta lo ocurrido hace algunos días en que los llama “cobardes”. La respuesta le llovió en forma de huevos estrellados. Hace algunas horas en la blogosfera se conoció la inmundicia que lo envuelve al decir algo así como “no me importa si su madre o hermana tengan cáncer, igual lo despido”.
La desinformación en los medios llega a tanto que hasta Jaime de Althaus, en mi opinión, comete un error al indicar que “es un escándalo el funcionamiento de las clínicas dentro del hospital”. Como es de público conocimiento las clínicas en los hospitales funcionan hace años, en el INEN, el Hospital Loayza, etc. Lo que se esperaba de Garrido era que incentive este tipo de desarrollo en los hospitales del Ministerio de Salud, que democratice el acceso de los profesionales a estas clínicas, forme un organismo regulador interno de este tipo de establecimientos, y de esa manera obtenga recursos propios para el funcionamiento del hospital. Pero no, lo que ha ocurrido es una “cacería de brujas” de los médicos que son dirigentes sindicales y para llevar a cabo ello hasta el Congreso ha intervenido, el resultado es desastroso porque el Presidente Alan García dejándose llevar por el hígado de Garrido ha publicado un decreto supremo que cuestiona el funcionamiento de tales clínicas en los establecimientos de salud. Lo que a fin de cuentas es un retroceso, y una oportunidad perdida. Lastima para el país que en el momento oportuno no sólo deja de realizar las reformas sino que destroza lo poco que se logro avanzar. Algo semejante a lo ocurrido con los CLAS, que tanto sirve de ejemplo en los programas de Jaime de Althaus. ¿Por qué es bueno el outsourcing para los privados y no para los hospitales públicos? ¿Es un error acaso como dice Althaus la solución dada por el gobierno en la época de hiperinflación para la atención de los hospitales? ¿No era esta una forma razonable de iniciar la privatización de los hospitales en el Perú? ¿No era mejor profundizar esta reforma casual?
El Ministro no sólo ha equivocado el rumbo al desprestigiar a los que deberían ser los suyos, sino que no ha sido capaz de encontrar la oportunidad para mejorar el Sistema de Salud en medio del conflicto. Probablemente sea más eficaz en encontrar oportunidades personales, como lo demuestra la habilidad para ir de ministerio en ministerio, y no comprenda como otras personas tienen preocupaciones por alguien más que la persona que miran en el espejo. El Ministro pues ha olvidado el sentido de humanidad, y la esencia de ser hombre: el respeto por el semejante.
Aliensombra
Foto: http://pepitaspuntocom.blogspot.com/2007/11/garrido-lecca-quiso-hacer-un-lobbie-ms.html
http://www.agenciaperu.com/entrevistas/2006/dic/garrido_lecca.jpg
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