Jesús Antonio Sosa –alias Kerosene- miembro del Destacamento Especial del Servicio de Inteligencia del Ejército, más conocido como Grupo Colina, ha declarado en el juicio a Alberto Fujimori. Ha revelado, que recibió una felicitación presidencial por haber participado directamente en la captura de un espía ecuatoriano que había organizado una red de informantes que se infiltro en el ejército. Además ha dicho que realizaba actividades de eliminación y dio el nombre de una víctima.
Inmediatamente el gobierno ha respondido, pues las fechas coinciden con el anterior gobierno de Alan García. Han negado enfáticamente que el Presidente García diera felicitación alguna a Jesús Antonio Sosa. El Ministro de Defensa, Antero Flores Araoz ha dicho que el no podría explicar porque dice esas cosas: “Soy abogado, no soy Psiquiatra”.
La Policía investiga si existen otros implicados en el crimen de Surco, buscan otras personas implicadas. Tal vez a un oculto autor intelectual. ¿Guerra de bandas o carteles?
Aliensombra
Foto: http://www.ojo.com.pe/nota.php?nota_id=33243
En las declaraciones de Jesús Antonio Sosa se reflejan varias cosas que parecen obvias. El Ejercito del Perú estuvo involucrado directamente porque dio recursos económicos, armas y sus miembros conformaron el referido destacamento. Hombres que lucharon en múltiples frentes, en distintos momentos.Si el Presidente Alberto Fujimori, conocía las actividades del destacamento, si aprobó o participo activamente en su conformación es algo que debe probarse. ¿Tenía el Presidente conocimiento y consintió? ¿Conocía y no hizo nada para detener las actividades criminales? ¿Los miembros del destacamento obedecieron órdenes y defendieron a su país? Las cosas son claras ahora, no existe un clima de violencia como había entonces.
Al estar ante un Tribunal estas personas deben comprender que es la patria finalmente la que les toma cuentas por sus actos. Por no negarse a participar en crímenes, por desconocer sus valores y leyes, que a fin de cuentas es lo que la diferencia de ideologías extremistas.Francisco Tapia, tristemente conocido por asesinar en el distrito de Surco a dos personas vinculadas al narcotráfico. Realizo estos actos, se conocen los detalles por confesión suya, con gran frialdad. El sujeto habla del crimen como si nos contara que el cielo es gris en Lima. No le viene al rostro ningún sentimiento, ni emoción. Sólo ocurrió, lo cuenta. Es la misma frialdad que observamos en Jesús Antonio Sosa. El Juez San Martin le pregunta ¿Mataron o no mataron a la persona? Es un hecho conocido, responde. ¡Yo no lo sé, dígalo Ud.! Retruca el Juez. ¡Sí! Responde Sosa. La frialdad de la persona acostumbrada a realizar estos actos, y/o la frialdad del Psicópata, de la persona que no siente haber hecho nada malo.
La Policía investiga si existen otros implicados en el crimen de Surco, buscan otras personas implicadas. Tal vez a un oculto autor intelectual. ¿Guerra de bandas o carteles?
¿El destacamento conocido como Grupo Colina fue un grupo de entusiastas que enloquecieron y mataron a diestra y siniestra por iniciativa propia? ¿Fue una iniciativa aislada del Ejército o de las FFAA? ¿Fue una política de Estado que se mantuvo oculta y clandestina?Coincidencia o no se ha anunciado oficialmente la reactivación del Servicio de Inteligencia del Ejército, que estuvo actuando en segundo plano desde el 2001. La Justicia en el Perú debe ser lo suficientemente prudente para sancionar lo sancionable.
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