El Perú es ahora una posibilidad. El momento de la historia es tal que si tomamos las decisiones correctas podremos formar un real país. Si observamos a los empresarios peruanos, el gobierno, los “intelectuales”, y los estratos socioeconómicos podremos dibujar un panorama que nos diga que posibilidades tenemos como nación.Las empresas peruanas en su mayoría son pequeñas o medianas empresas, de estructura familiar. Muy pocas se han internacionalizado, los ejemplos relevantes: Kola Real, Banco de Crédito, etc. El problema para las empresas en el Perú es lograr la transformación de empresa familiar a empresa gestionada por gerentes. No hay una relación fluida entre las empresas peruanas y la Universidad, excepción de algunas universidades que tradicionalmente han tenido ese tipo de nexos. Al no relacionar el sistema productivo con el factor especializado ocurren los desfases consabidos de “producir” profesionales que luego no encuentran trabajo.
El Gobierno no tiene un organismo dedicado al planeamiento estratégico del país, y las instituciones que tradicionalmente se dedicaban a ello se han debilitado. Como el Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN). La ausencia de un organismo que haga el “puente” entre dos gobiernos distintos, para mantener las políticas de estado perjudico al país desde hace décadas. Solo en los últimos años y obligados por las circunstancias internacionales y el descalabro económico el país ha mantenido ciertas políticas más o menos inalteradas. Lo que, coincidiendo con un ciclo de expansión de la economía mundial, le ha permitido un crecimiento rápido. La regionalización como política de estado es una oportunidad, pero también puede ser una amenaza si no se planifica a mediano plazo teniendo como norte los intereses de todos los peruanos.
Por su parte los “intelectuales”, llamémoslos así por hacerlo de alguna forma, alojados en las Universidades, en algunas empresas públicas y privadas o independientes a rajatabla no han logrado adquirir una masa crítica suficiente para interactuar entre ellos y formar una opinión que sea dirimente, o al menos participante en las decisiones cruciales del país. Rafael León, el padre de la China Tudela, decía en televisión que la clase media en el Perú era la que menos identidad había logrado formar, y es cierto. Un grupo de “intelectuales” alojados en las universidades nacionales han quedado atrapados en un caparazón del que no pueden escapar y su análisis crítico tiene un sesgo que habla del pasado y no mira la modernidad, solamente medran para obtener algunos recursos monetarios y no les interesa en lo más mínimo el futuro de su país. Los pretextos de siempre de poca paga y de falta de medios son las excusas perfectas para ocultar su desprecio al cambio. Han renunciado pues a su esencia. Abelardo Sánchez León escribió en 2004 en Caretas un artículo que desnuda la historia de la clase media peruana y sus miserias (1). Recordemos que Alán García, en su anterior gobierno, prometió destruirla (2). Según Abelardo Sánchez León Fujimori la destruyó y Toledo prometió reconstruirla. ¿Es tan irresponsable la clase media peruana que no se halla a si misma? ¿O ha renacido y aún no aprende a hablar? No basta un TLC, ni el grado de inversión, ni el crecimiento sostenido, falta una visión común de lo que queremos ser como nación.
Aliensombra
(1) http://www.caretas.com.pe/2004/1817/articulos/clasemedia.html
(2) Grabación radial de discurso de Alan García en Ayacucho
(3) Foto modificada de:http://www.apeim.com.pe/images/APEIMNSE2007_2008.pdf
(4) http://www.perupolitico.com/?p=465
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