La pobreza en el Perú bordea el 50% de peruanos comprometidos en esa situación penosa. Los departamentos del Sur son los que se han asociado con mayor frecuencia a la pobreza que los departamentos del norte del país. Las campañas de ayuda a estos compatriotas ocurren todos los años. Hace pocos días el Presidente Alan García hizo un llamado para realizar donaciones de “lo que pudieran tener en casa” –o frase semejante- incurriendo en el error de pedir públicamente “donación de medicamentos que no utilicen”. Como conocemos todos, esto ocurrió por el friaje que asola a las poblaciones del sur del Perú: Puno, Cuzco, Arequipa, Huancavelica, Apurímac, Ayacucho, etc. Un Presidente puede pedir ayuda a la población y está bien que lo haga, pero siempre debe educar, y si no conoce debe pedir opinión a las personas que puedan conocer, a los expertos. Mencionar por ejemplo con claridad, que cosas se recibirán y que no, quien va a recibir qué cosas. Por ejemplo polares, ropas de cama, casacas, zapatillas, zapatos especiales para el barro y hielo. Medicamentos también, pero tal vez la mejor forma en la que se puede recibir estos productos es en las farmacias, donde el personal entrenado pueda eliminar de haber pasado la fecha de caducidad o por la pobre conservación el producto, o en su defecto ser empacado para ser remitido a un lugar de acopio, de forma adecuada. Pero aparte de todo ello, si queremos mejorar la pobreza y más que ello si queremos salvar la vida de nuestros compatriotas por este friaje y por los subsiguientes que seguro ocurrirán el gobierno debe planificar un gasoducto de Camisea en Cusco hacia Puno, que es el departamento que recibe la mayor inclemencia del clima. La energía que llegaría con el gas no solo serviría para impedir muertes sino para permitir que la población mejore su nivel de vida. ¿Cómo es posible que el gas se reinyecte en Cusco y los cusqueños y puneños se mueran de frio? No estamos en contra de exportar el gas, pero seamos racionales. Es cierto si 100 es el gas a utilizar en el país (Ej. Lima) 2 lo usarían “todos” los hogares –idealmente- y 98 las empresas, por ello que se ha preferido comenzar la difusión del uso del gas con las empresas. Estos cálculos económicos deben contemplar el “frio” y las “vidas” de nuestros compatriotas. Seguro que bajo una visión tubular alguien dirá: Mira un peruano vale máximo 14,000 soles, lo que el SOAT paga por una muerte por accidente de tránsito, por lo tanto no cuadran los números para invertir tanto dinero. No es precisamente así señores, no olviden los intangibles. Tengan en cuenta también que estratégicamente al Perú le conviene tener un gasoducto junto a la frontera con Bolivia, para formar un anillo energético con el hermano país. Recordemos algunos números, los 714 km de gas natural y los 540 km para líquidos de gas natural, que corren en paralelo desde Camisea, (a 431 km al este de Lima), hasta la costa peruana, han costado US$820 millones, incluyendo costos de financiamiento y el financiamiento de cuentas de reserva. (1) Además un gasoducto hasta Cusco capital se estimo que costaría de 100 a 120 millones de dólares, que equivale a los ingresos por Canon regional durante dos años aproximadamente. (2) En resumen Sr. García no nos haga creer que el Sr. Humala tiene razón cuando lo llama vago, después de todo Ud. cita a la prensa a las 7:30 ¿no?. Vea en la foto lo que piensan en Bolivia.
Aliensombra
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