El ex Presidente Alan García será
acusado constitucionalmente por el Congreso de la Republica, en el cual el
gobierno tiene mayoría con sus aliados “Perú Posible” y “Acción Popular”.
El APRA, partido aprista peruano,
por el cual el ex Presidente Alan García llego dos veces a ocupar la
Presidencia de la Republica, lo ha defendido a capa y espada pero finalmente no
han podido evitar que la votación de la mayoría lo ponga en la picota. El plan
de Ollanta Humala Tasso y de su esposa Nadine Heredia es excluir de las
elecciones a un candidato de polendas, pero su cálculo político lo llevara a un
verdadero suicidio político.
Hay momentos en el que una nación
a través de los actos políticos de sus representantes deja constancia plena de su grado de
descomposición o consolidación. El momento que estamos viviendo los peruanos es
crítico, venimos de años de consistencia económica, en los cuales se ha seguido
mal que bien la idea del libre mercado, la apertura global, la libre
competencia y el apoyo a las poblaciones vulnerables. La justicia en el país no
ha seguido ese crecimiento, el punto de quiebre ha sido cuando un juez en el
Perú invento la figura de la autoría mediata para encarcelar sin pruebas al ex
Presidente Alberto Fujimori, consagrando la vendetta como arma política. Como
dijo Marta Chávez ayer en el Congreso “no hay ningún ex ministro preso con
Alberto Fujimori”, pese a que la constitución dice que el Presidente no es
responsable por sus actos sino los ministros que refrendan su accionar.
El ex Presidente Paniagua, según
lo dicho por Marta Chávez, habría en conjunto con su Ministro de Justicia Diego
García Sayán, liberado personas sentenciadas por terrorismo a través del
indulto. Alan García es acusado de indultar
a personas sentenciadas por narcotráfico, cuando estamos a punto de iniciar la
campaña electoral para el 2016, dado que este año son las elecciones
municipales y regionales. Además consideremos que existe una resolución
judicial que anula parte de lo actuado en la comisión congresal que ha
investigado al ex Presidente.
La intención es burda y clara:
evitar a toda costa que Alan García sea candidato, y en el peor de los casos
deteriorar su imagen para disminuir sus posibilidades de volver a ser Presidente.
El cálculo político es malo porque es poco probable que Ollanta Humala o Nadine
Heredia ganen las elecciones, de ganar el Fujimorismo u otra agrupación no
aliada al gobierno lo más probable es que el APRA tenga una amplia
representación en el Congreso. Eso significa en resumidas cuentas que la
predicción sobre la acusación al para entonces ex Presidente Ollanta Humala se
cumpla.
Esta vendetta política seria de
nunca acabar, y es el peligroso nivel en que se ha sumido la justicia en el
país desde el ajusticiamiento político judicial del ex Presidente Fujimori.
Quedan aún esperanzas que exista
una reflexión sobre el futuro de nuestra patria, en el Congreso pueden enviar
lo investigado al Poder Judicial sin inhabilitar al ex Presidente Alan García.
En el Poder Judicial pueden declarar nulo todo lo actuado en el Congreso, que
así parece que va a ocurrir finalmente. También puede ocurrir que el Tribunal Constitucional
pueda pronunciarse contra el Congreso y proteger la candidatura de Alan García.
Como ocurra, las elecciones se ganan en las urnas y no con persecución o conjuras.
Aliensombra
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