La Corte Interamericana de DDHH está presidida por Diego García Sayán, un peruano de clara tendencia izquierdista. El escándalo del pago de reparaciones a los terroristas ordenado por la CIDDHH, como fue el caso de Lori Berenson ha vuelto la mirada hacia el cluster caviar que se ha enquistado en las ONGs y en los Organismos Internacionales.La Corte en casos de reparación monetaria considera que la indemnización que debe pagar el Gobierno debe comprender los siguientes rubros: daño emergente, lucro cesante, daño moral, y daños punitivos.
Los montos que fija están desfasados de los montos establecidos por jueces peruanos para las reparaciones civiles que los terroristas deberían pagar. En el caso Berenson NO pagara reparación civil.¿Son estos hechos una campaña de desprestigio que perjudica a la Corte Interamericana de DDHH? No señor, son hechos concretos. La incapacidad del Estado peruano para defenderse del brazo legal de los grupos alzados en armas ha sido clamorosa. El gobierno peruano jamás debió proponer como miembro de la corte a personas con sesgo partidario, la imparcialidad es indispensable. Jamás debió abandonar la defensa de sus fueros, al allanarse a la sentencia. El Estado peruano aún puede denunciar la sentencia, así no obtenga resultados concretos en casos concretos, pero no puede dejar de expresar que no aceptamos como país pagar reparaciones a los terroristas. Simplemente debe negarse a realizar el pago, y depositar ese dinero para pagar a las víctimas del terrorismo.
El otro paso es que las reparaciones civiles que deben pagar aquellos que cometan delito de terrorismo sean estratosféricas. Ahora resulta que en neto un terrorista será mantenido por el gobierno.
El Perú debe conseguir que los jueces elegidos para conformar la Corte tengan que demostrar imparcialidad con su hoja de vida y filiación política. En otras palabras quien acceda a ese cargo debe ser previamente un juez de trayectoria en su país.
Aliensombra
http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=95984
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