El conflicto con los denominados nativos tuvo un desenlace sangriento. Tropas de la Policía Nacional y el Ejército Peruano han tomado Bagua Chica y han dejado libres las carreteras en esa región. Como era previsible el líder de los nativos Alberto Pisango pasó a la clandestinidad al conocer que tiene orden de captura. Más de una decena de policías han muerto víctimas de disparos. Versiones de los pobladores indican que la Policía Nacional con centenas de efectivos trato de rodear un grupo de manifestantes y se produjo el enfrentamiento. Algunos mencionan que habrían arrebatado las armas de algunos policías y ello produjo las víctimas. Los seis primeros policías murieron víctimas de lanzas muy bien dirigidas, en seguida les arrebataron sus armas y dispararon contra los demás policías.
La Policía de otra parte sospecha que algunos manifestantes estaban premunidos de armas de fuego. Incluso el helicóptero de la Policía recibió impactos de bala. Esta situación estaba totalmente predicha, incluso ayer en el Congreso de la Republica algún congresista dijo que iba a ocurrir una Pandemia o algo terrible en la selva. Actualmente incluso hay rehenes y bloqueos de carreteras en varios puntos de la selva.
Por supuesto que era necesario restablecer el orden. El gobierno tiene el privilegio de la violencia para resolver los conflictos, sobre todo cuando son provocados de forma planificada por un grupo violentista financiado por un país extranjero. Lo que busca un sector de la oposición, que está detrás de este movimiento, es simplemente mellar la gobernabilidad, para obtener ventaja en un futuro proceso electoral. Lo lamentable es que países extranjeros están complotando contra el Perú, con acciones de inteligencia que financian actividades insurreccionales e infiltran las capas más bajas de los sectores políticos.
En el escenario actual el Presidente de la región Puno esta neutralizado por el escándalo de una gestión deficiente que finalmente produjo muertes de decenas de niños. Por lo que se le debe denunciar por negligencia en sus funciones y exposición de personas al peligro, así como pedir su inmediata vacancia. Pero en la selva, la asociación de estos grupos violentistas con el narcotráfico produce una gran movilización. Un aspecto que hay que considerar es que el gobierno aun no aprueba la creación de la Superintendencia de Transporte Terrestre, lo que tendría gran influencia en el control de insumos para la fabricación de droga.
Aquí lo que hay que ver es porque el gobierno no ha establecido los canales democráticos necesarios con los nativos o sus descendientes, ajenos al Señor Pisango. Esa es la responsabilidad del gobierno, porque el tema tiene más de un año. Ahora lo que cabe es que la ley actué con severidad, contra este señor, la asociación que dirige y las ONG que han colaborado de forma indirecta. Asimismo si hay detenidos por bloquear las carreteras o capturar instalaciones deben ser juzgados y encarcelados si corresponde. Tras esta situación existirían 38 rehenes, por lo tanto las personas involucradas son secuestradores, los cuales deben ser reprimidos con toda la dureza de la ley. Seguramente en las siguientes horas nos enteraremos de los muertos que tiene la población, que deben sumar decenas. Pero una cosa es clara, el Perú no es solo la costa sino también la sierra y la selva. Si algún connacional o extranjero complota contra el Perú tenemos el derecho de defendernos, con la ley, las fuerzas policiales y las fuerzas armadas. Un estado democrático no puede negociar con secuestradores.
Por supuesto que era necesario restablecer el orden. El gobierno tiene el privilegio de la violencia para resolver los conflictos, sobre todo cuando son provocados de forma planificada por un grupo violentista financiado por un país extranjero. Lo que busca un sector de la oposición, que está detrás de este movimiento, es simplemente mellar la gobernabilidad, para obtener ventaja en un futuro proceso electoral. Lo lamentable es que países extranjeros están complotando contra el Perú, con acciones de inteligencia que financian actividades insurreccionales e infiltran las capas más bajas de los sectores políticos.
En el escenario actual el Presidente de la región Puno esta neutralizado por el escándalo de una gestión deficiente que finalmente produjo muertes de decenas de niños. Por lo que se le debe denunciar por negligencia en sus funciones y exposición de personas al peligro, así como pedir su inmediata vacancia. Pero en la selva, la asociación de estos grupos violentistas con el narcotráfico produce una gran movilización. Un aspecto que hay que considerar es que el gobierno aun no aprueba la creación de la Superintendencia de Transporte Terrestre, lo que tendría gran influencia en el control de insumos para la fabricación de droga.
Aquí lo que hay que ver es porque el gobierno no ha establecido los canales democráticos necesarios con los nativos o sus descendientes, ajenos al Señor Pisango. Esa es la responsabilidad del gobierno, porque el tema tiene más de un año. Ahora lo que cabe es que la ley actué con severidad, contra este señor, la asociación que dirige y las ONG que han colaborado de forma indirecta. Asimismo si hay detenidos por bloquear las carreteras o capturar instalaciones deben ser juzgados y encarcelados si corresponde. Tras esta situación existirían 38 rehenes, por lo tanto las personas involucradas son secuestradores, los cuales deben ser reprimidos con toda la dureza de la ley. Seguramente en las siguientes horas nos enteraremos de los muertos que tiene la población, que deben sumar decenas. Pero una cosa es clara, el Perú no es solo la costa sino también la sierra y la selva. Si algún connacional o extranjero complota contra el Perú tenemos el derecho de defendernos, con la ley, las fuerzas policiales y las fuerzas armadas. Un estado democrático no puede negociar con secuestradores.
Alberto Pisango no es un improvisado es un dirigente amazónico con estudios universitarios en Educación, que ha visitado otros países y está fuertemente influido por agentes de Bolivia. Incluso manifiesta su admiración por algunas autoridades de Bolivia. Su discurso habla de “consolidar estrategias” y manifiesta los tres lineamientos de su organización: Territorio, Educación y Salud. Es sorprendente que los organismos de inteligencia lo hayan dejado libre, pues su norte siempre ha sido reclamar territorio. “Restitución de territorios ancestrales, del aire, suelo y subsuelo”. Menciona que en el 2004 las 1250 comunidades tienen 12 millones de hectáreas de territorios titulados. En los cuales hay 680,000 indígenas.Menciona también que con las comunidades de la sierra llegan a totalizar 8 millones de personas. En algún momento fue vinculado al MRTA y alguna vez su padre le dijo: "Si cometes un error tienes que pagarlo". Este es uno de esos momentos.
Aliensombra
El caso es que siguen diciendo que hay decenas o cientos de muertos entre los indígenas. Lo cierto es que esa versión más parece un esfuerzo desesperado de los nativos (terrucos) y sus alcahuetes para pasar de victimarios a víctimas. Según los nativos dicen que sus "desaparecidos" estan muertos en los montes. Raro por que las llamadas telefónicas que las radios de Lima (CPN, RPP, Capital) recogieron versiones de gente intereseada en presentar UNA MASACRE HACIA LOS INDIGENAS, la misma que se producía en la ciudad de Bagua..tons porqué buscan a los "desaparecidos" en los montes? Ah! una vez más la gorda Merino defendiendo criminales...está en Bagua preocupandose por los nativos..y los policías?
ReplyDeleteEs una lástima que gran parte del Peru sea totalmente ignorante de la realidad en las comunidades nativas de la selva, no los culpo pues en algún momento yo también pude haberme creido los perjurios que se van diciendo. Los invito a conocer la gente que vive ahi, a que salgan de sus casas y ciudades no solo por viaje de turismo, y recapaciten antes de hablar.
ReplyDelete