La Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) por la naturaleza de las acciones que desarrolla esta constituido de grupos irregulares o clandestinos que son de utilidad para “la producción de inteligencia y ejecución de medidas de contrainteligencia, para la toma de decisiones, frente a las amenazas y/o riesgos actuales y potenciales contra la seguridad nacional”. La aparición de Business Track en la escena política, luego de la denuncia de espionaje telefónico, también deja entrever que en el país existen otros grupos irregulares bastante dinámicos, como podría ser el formado por personal reclutado por cada arma de las FFAA (Ejército, Marina y Fuerza Aérea), así como potenciales grupos irregulares –no demostrado- formados por los adeptos de Agustín Mantilla a la sombra del partido más organizado del país, el APRA. Los remanentes de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), así como grupos armados de mercenarios y sicarios financiados por el narcotráfico, y posiblemente agentes infiltrados de otro país con intereses manifiestos en el Perú, como Chile, Ecuador y Venezuela, por no citar a Colombia, cuyo Ministro de Defensa ha declarado que atacara a los miembros de las FARC allí donde estos se encuentren, y no sólo dentro de las fronteras de Colombia. La delincuencia semi organizada también tiene el potencial de poder constituir grupos armados irregulares, lo que se trasluce en la ola de robos y secuestros que esta in crescendo en la capital. La diferencia entre estos últimos y los otros grupos es que generalmente no buscan información que pueda ser utilizada para la inteligencia preventiva o para identificación positiva de blancos en el interior de sus cuadros o de enemigos potenciales a los cuales tengan pensado eliminar. Si los remanentes de Sendero Luminoso o el MRTA son capaces en la actualidad de realizar este tipo de acciones significa que van alcanzando un mayor grado de desempeño, que es preocupante. La aparente disputa entre Agustín Mantilla y los líderes del APRA podría haber desatado una paranoia en algunos informantes del gobierno, que estarían tratando de atar cabos sueltos o eliminar cualquier rastro que pueda establecer un nexo fehaciente entre la cúpula del APRA y Mantilla; el regreso de Jorge Del Castillo al interior del APRA con el propósito de tentar la Secretaria General del Partido Aprista habría exacerbado los ánimos de sus opositores.
Si la DINI no está detrás de las acciones clandestinas que habrían afectado a algunos acopiadores de información y formadores de opinión “no controlados”, los otros grupos mencionados serían los que posiblemente hayan actuado, y simplemente señalaría un deficiente desarrollo de las actividades de la Dirección Nacional de Inteligencia con un preocupante desarrollo de grupos adversos al país.Aliensombra
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