Four score and seven years ago our fathers brought forth on this continent, a new nation, conceived in Liberty, and dedicated to the proposition that all men are created equal.
Now we are engaged in a great civil war, testing whether that nation, or any nation so conceived and so dedicated, can long endure. We are met on a great battle-field of that war. We have come to dedicate a portion of that field, as a final resting place for those who here gave their lives that that nation might live. It is altogether fitting and proper that we should do this.
But, in a larger sense, we can not dedicate—we can not consecrate—we can not hallow—this ground. The brave men, living and dead, who struggled here, have consecrated it, far above our poor power to add or detract. The world will little note, nor long remember what we say here, but it can never forget what they did here. It is for us the living, rather, to be dedicated here to the unfinished work which they who fought here have thus far so nobly advanced. It is rather for us to be here dedicated to the great task remaining before us—that from these honored dead we take increased devotion to that cause for which they gave the last full measure of devotion—that we here highly resolve that these dead shall not have died in vain—that this nation, under God, shall have a new birth of freedom—and that government of the people, by the people, for the people, shall not perish from the earth.
Hace ocho décadas y siete años, nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación, concebida en la Libertad y consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales. Ahora estamos empeñados en una gran guerra civil, que pone a prueba si esta nación, o cualquier nación así concebida y así consagrada, puede perdurar largo tiempo. Estamos reunidos en un gran campo de batalla de esa guerra. Hemos venido a consagrar una porción de ese campo como lugar del último reposo para aquellos que dieron aquí sus vidas para que esta nación pudiera vivir. Es absolutamente correcto y apropiado que hagamos tal cosa.
Pero, en un sentido más amplio, no podemos dedicar, no podemos consagrar, no podemos santificar este terreno.
Los valientes hombres, vivos y muertos, que lucharon aquí lo han consagrado, muy por encima de nuestro pobre poder de añadir o restar algo. El mundo no advertirá apenas ni recordará mucho tiempo lo que digamos aquí, pero nunca podrá olvidar lo que ellos aquí hicieron. Somos más bien nosotros, los vivos, los que debemos consagrarnos aquí a la tarea inconclusa que aquellos que aquí lucharon hicieron avanzar tanto y tan noblemente. Somos más bien nosotros los que debemos consagrarnos aquí a la gran tarea que aún resta ante nosotros: que de estos muertos a los que honramos tomemos una devoción incrementada a la causa por la que ellos dieron hasta la última medida colmada de la devoción; que resolvamos aquí firmemente que estos muertos no habrán muerto en vano; que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de la libertad; y que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparecerá de la Tierra.
Forty-four Americans have now taken the presidential oath. The words have been spoken during rising tides of prosperity and the still waters of peace. Yet, every so often the oath is taken amidst gathering clouds and raging storms. At these moments, America has carried on not simply because of the skill or vision of those in high office, but because We the People have remained faithful to the ideals of our forbearers, and true to our founding documents.
So it has been. So it must be with this generation of Americans.
That we are in the midst of crisis is now well understood. Our nation is at war, against a far-reaching network of violence and hatred. Our economy is badly weakened, a consequence of greed and irresponsibility on the part of some, but also our collective failure to make hard choices and prepare the nation for a new age. Homes have been lost; jobs shed; businesses shuttered. Our health care is too costly; our schools fail too many; and each day brings further evidence that the ways we use energy strengthen our adversaries and threaten our planet.
Today I say to you that the challenges we face are real. They are serious and they are many. They will not be met easily or in a short span of time. But know this, America - they will be met.
We are the keepers of this legacy. Guided by these principles once more, we can meet those new threats that demand even greater effort - even greater cooperation and understanding between nations. We will begin to responsibly leave Iraq to its people, and forge a hard-earned peace in Afghanistan. With old friends and former foes, we will work tirelessly to lessen the nuclear threat, and roll back the specter of a warming planet. We will not apologize for our way of life, nor will we waver in its defense, and for those who seek to advance their aims by inducing terror and slaughtering innocents, we say to you now that our spirit is stronger and cannot be broken; you cannot outlast us, and we will defeat you.
For we know that our patchwork heritage is a strength, not a weakness. We are a nation of Christians and Muslims, Jews and Hindus - and non-believers. We are shaped by every language and culture, drawn from every end of this Earth; and because we have tasted the bitter swill of civil war and segregation, and emerged from that dark chapter stronger and more united, we cannot help but believe that the old hatreds shall someday pass; that the lines of tribe shall soon dissolve; that as the world grows smaller, our common humanity shall reveal itself; and that America must play its role in ushering in a new era of peace.
To the Muslim world, we seek a new way forward, based on mutual interest and mutual respect. To those leaders around the globe who seek to sow conflict, or blame their society's ills on the West - know that your people will judge you on what you can build, not what you destroy. To those who cling to power through corruption and deceit and the silencing of dissent, know that you are on the wrong side of history; but that we will extend a hand if you are willing to unclench your fist.
This is the source of our confidence - the knowledge that God calls on us to shape an uncertain destiny.
Cuarenta y cuatro americanos hasta ahora han tomado el juramento presidencial. Las palabras han sido dichas durante épocas de prosperidad y de las aguas inmóviles de la paz. En ocasiones, el juramento se tomo en medio de nubarrones e inminencia de tormentas. En esos momentos, América ha persistido no solo por la habilidad o la visión de los que estuvieron a cargo de la Presidencia, sino porque las personas hemos seguido siendo fieles a los ideales de nuestros padres, y la verdad escrita en los documentos de la fundación de nuestra patria.
Todos entendemos que estamos en el medio de la crisis. Nuestra nación está en guerra, contra una red de gran envergadura de violencia y del odio. Nuestra economía se ha debilitado gravemente, en parte como consecuencia de la avaricia y de la irresponsabilidad de algunos, pero también de nuestra falta colectiva de opinar con dureza y de preparar la nación para una nueva época. Se han perdido hogares; multitud de trabajos; los negocios se han afectado. Nuestro cuidado médico es demasiado costoso; nuestras escuelas fallan demasiado; y cada día hay evidencia adicional que las maneras como utilizamos energía consolidan a nuestros adversarios y amenazan nuestro planeta.
Digo hoy a ustedes que los desafíos que enfrentamos son verdaderos. Son serios y son muchos. No serán resueltos fácilmente o en corto del tiempo. Pero sepan esto, América prevalecerá.
Somos los encargados de esta herencia. Dirigido por estos principios una vez más, podemos resolver esas nuevas amenazas que exijan incluso mayor esfuerzo - incluso mayor cooperación y el entendimiento entre las naciones. Comenzaremos a dejar responsablemente Iraq a su gente, y forjaremos una paz duramente ganada en Afganistán. Con los viejos amigos y los antiguos enemigos, trabajaremos incansablemente para disminuir la amenaza nuclear, y la del calentamiento global. No nos disculparemos por nuestra manera de vida, ni dudaremos en su defensa, y para los que intenten amenazarnos induciendo el terror y matando a inocentes, les decimos a ustedes ahora que nuestra convicción es más fuerte y no se resquebrajara; ustedes no duraran más tiempo, les derrotaremos
Somos una nación de cristianos y musulmanes, judíos e Hindús - y de no creyentes. Cada lengua y cultura nos forma, traídas de cada extremo de esta tierra; y porque hemos probado el sabor amargo de la guerra civil y de la segregación, y hemos emergido de ese capítulo oscuro más fuertes y unidos, no podemos dejar de creer que los viejos mitos pasarán algún día; que las líneas de la tribu pronto se disolverán; que como el mundo más crece es más pequeño, nuestra humanidad común se revelará; y esta América desempeñara su papel de llevar al mundo a una nueva era de la paz.
Al mundo musulmán, en adelante buscamos un nuevo trato, basado en el interés y respeto mutuo. A esos líderes alrededor del globo que intentan sembrar conflicto, o culparnos de las enfermedades de su sociedad en el oeste - sepa que su gente les juzgará por lo que ustedes pueden construir, no por lo que ustedes pueden destruir. A los que se aferren en la energía de la corrupción, el engaño y el silencio de la disensión, sepa que usted está en el lado incorrecto de la historia; por eso le extenderemos una mano por si usted está dispuesto y si no le mostraremos el puño.
Ésta es la fuente de nuestra confianza - el conocimiento que Dios nos invita a formar un destino incierto.
Aliensombra
Traducción libre y fragmentaria del Discurso de Obama. Discurso de Gettysburg
http://www.bartleby.com/65/ge/GettysbuAd.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Discurso_de_Gettysburg
Foto: Biden de pie y Cheney en Silla de Ruedas