ROMULO LEÓN ALEGRIA: RECADO AL PADRE

"Lima, 6 de mayo de 1999

Hace pocos días sepulté a mi padre en el cementerio de Trujillo, luego junto a mi madre y hermanas tuve que cumplir otra acción no menos dolorosa y evocativa, ordenar su viejo y prolífico escritorio. Con una mezcla de dolor profundo y tierna emoción, descubrí que mi viejo había guardado seguramente con hondo pesar, todas las notas periodísticas, unas infamantes y otras obligatoriamente informativas, respecto de las acusaciones que por haber sido diputado y ministro aprista, amigo y colaborador cercano del presidente Alan García, me hicieron ciertas personas, cuyos nombres en homenaje a las nobles enseñanzas de mi padre he decidido olvidar.
Esas acusaciones políticas iniciadas en 1989 se convirtieron en tres procesos investigatorios. Los dos primeros archivados por insubsistentes en el Senado defenestrado por el autogolpe de 1992, y uno tercero incoado por el Congreso Constituyente Democrático que se convirtió en 1994 en proceso judicial.
El 27 de abril de 1998, la Fiscalía Suprema Penal Especializada, motu proprio, emitió dictamen solicitando que la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de la República declarara de oficio prescrita la acción penal seguida en mi contra por el supuesto delito de enriquecimiento ilícito en agravio del Estado. En efecto, el 9 de setiembre de 1998, la Suprema Sala Penal así lo hizo. Declarando además "extinguida la acción penal, dispone el archivo definitivo del proceso y ordena la anulación de todos los antecedentes".
Qué pena, mi padre no tenía en su archivo recortes periodísticos del final de este drama. Por aquello de que el escándalo es noticia, aunque éste se base en supuestos o en irresponsables acusaciones. Pero cuando luego de más de cinco años de investigaciones el Poder Judicial concluyó que no había mérito para sentenciar, ni siquiera para pasar a juicio oral, porque, como tenía que ser, el proceso investigatorio que fue prolijo y acucioso demostró mi total y absoluta inocencia, los periódicos serios sólo informaron entre líneas o en pequeños recuadros, los otros nada.
Mi padre fue un hombre estoico que predicó con el ejemplo y nos enseñó los valores de la verdad, honestidad, honradez, el compromiso con la libertad, la democracia y la justicia. Recuerdo que siempre nos repetía el verso de Machado "cuando la muerte llegue me encontrará desnudo, ligero de equipaje..." Nos dijo también que debíamos tener como tema de reflexión y de inspiración la siguiente cuarteta: "El día que tú naciste todos reían y sólo tú llorabas. Haz el bien en la vida de modo que cuando tú mueras todos lloren y sólo tú sonrías". Y así ha sido su final. Todos lloramos con profunda pena su irremediable partida; pero para que pueda sonreír con tranquilidad es que me veo obligado a escribir estas líneas. Para decir a mi padre que el apellido que me legó se lo entrego limpio a mis hijos."

Rómulo León Alegría

http://www.caretas.com.pe/1999/1567/cartas/cartas.htm

Nuevamente Rómulo León Alegría se ve envuelto en una situación que lo vincula a la corrupción. Lo sentimos por Luciana.

Aliensombra