¿QUIEN MÁS TIENE QUE MORIR PARA QUE SE HAGA ALGO?

Las muertes en las carreteras del Perú siguen tiñendo de sangre nuestra patria. Es cierto que las medidas que se han ido tomando a lo largo de los años son insuficientes, han tenido resultados parciales que no se deben desconocer. La situación sería mucho peor si no se hubiesen adoptado el uso de cinturón de seguridad y el endeble Plan Tolerancia Cero.

Por sentido común el televidente que advierte como las empresas de transporte confeccionan las listas de pasajeros y victimas, en precarios papeles, se da cuenta que la informalidad continua como siempre.

Es terrible notar además que los heridos de los accidentes tengan que viajar en camiones hasta las empresas de transporte en lugar de ir a los hospitales. Peor aún, en estas empresas no existe la voluntad de brindar asistencia, pues fueron en varios casos los mismos familiares que alertados por los medios de comunicación, quienes los trasladaron desde allí hasta los hospitales.

Hasta la Policía Nacional ha estado involucrada en los accidentes de las últimas semanas, producto del choque de un patrullero –sin SOAT vigente- con un auto que hacía de taxi, conducido por un personaje que tenía todas las sanciones de conducir por imaginar y además 8 brevetes, entre falsificados y verdaderos de lima y provincias.

Que podemos deducir de ello, que no existe una base de datos única de licencias de conducir en el país. Y si existe, entonces ¿Qué funcionario es responsable al permitir que un conductor irresponsable tenga tantas licencias de conducir? La Policía habría llamado a los Bomberos para que asistan al peatón herido, pero se fueron. Los Bomberos fueron claros ante las cámaras “cuando llegamos no estaba la PNP”. Después se conocería que el SOAT de los 800 patrulleros nuevos tenía SOAT vigente desde el 25 de Julio. Pero parece que eso se arreglo después del accidente. ¿Una deferencia de la aseguradora por el volumen del negocio? No sabemos, pero negocios son negocios.
A propósito, aquellos chóferes que han fallecido o han resultado heridos manejando buses interprovinciales son calificados por nuestra legislación como accidente común y no como accidente de trabajo ¿Es esto posible?

La Ministra Verónica Zavala NO ha tomado en serio este problema sangriento, si ella tiene la entereza de indicar que no puede con el asunto y no quiere dejar el cargo, que sea fiel a sus principios, déjele el tema al sector privado. ¿Por qué no crea una Superintendencia de Empresas de Transportes con real autonomía?

El SOAT, las multas de tránsito, etc. pueden ser parte del paquete financiero con la que se pueda relacionar esta hipotética entidad. Seguramente si algún familiar de un personaje importante falleciera producto de un accidente de transporte automotor las cosas cambiarían más rápido. No deseemos, ni esperemos tal extremo.

Aliensombra