Si no es para sorprenderse, nuestro país es así. El Presidente García estuvo desatado, totalmente incontrolable e hizo una de sus proverbiales rabietas, pero esta vez para vergüenza de los peruanos fue una rabieta pública, televisada. Hasta hizo que algunos extrañemos a Hugo Chávez, por su “mesurada” conducta.
Tildo a los funcionarios del Banco de Materiales como “imbéciles”, y que deberían ser “sacados a patadas de la administración”. Probablemente un lector ajeno a la realidad peruana podrá entender que se trata de un exabrupto presidencial y punto, pero le informaremos aquí que el Sr. Alan García hace varios meses, en plena campaña electoral pateo a una persona de bajo cociente intelectual porque caminaba delante de él. El Sr. Lora sólo quería colaborar con el entonces candidato Alan García abriéndole paso, pero García quería que las cámaras lo enfoquen a él, y lo pateo. La fotografía dio la vuelta al mundo. Y luego de todo lo sucedido se expresa de esa manera. Socarronamente un periodista le pregunta: ¿Y si fuera aprista? “Pues, de dos patadas”.
Jorge Del Castillo mientras tanto ha corrido a refugiarse en el providencial rescate de dos náufragos, uno de los cuales es un viejo amigo suyo, para evitar dar declaraciones sobre política luego que el escándalo producido por su hijo Miguel Del Castillo en RBC Canal 11 lo perturbara en los últimos días.
A los televidentes que fuimos testigos fortuitos de esas imágenes nos debe haber parecido que eran tres los náufragos, incluyendo al Premier claro está. Mientras nuestro Presidente daba a conocer su ideología de la patada y lo frágil que es su carácter y nuestra democracia. El Ministro de trabajo Pasco Cosmópolis dice que todos debemos apoyar esa cruzada de patadas para eliminar la corrupción de la administración pública. Cuidemos al Vicepresidente Giampietri, que lo podemos llegar a necesitar realmente en los siguientes años. Ojala y me equivoque.
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