¿Carlos Alberto Torres Caro es un cínico? ¿Es un tránsfuga? Muchos peruanos intuitivamente rechazan la conducta política del congresista de marras. Recordemos que acompañaba al candidato Humala en plena campaña presidencial, cuando luego de alcanzar una curul en el parlamento simplemente abandono el barco.
Ha tratado de explicar que la relación era tensa con el líder nacionalista y que cometió un error al ir con el en la lid electoral, pero los hechos nuevamente son los hechos. Este vivaz hombrecillo, que menciono en el programa de Jaime Bayli que conocía el Kung Fu tiene una afición a la fotografía, que seguramente comparte con miles de personas que han visto que en los últimos años el acceso a una cámara digital le da la posibilidad de perennizar momentos. Esta mini revolución de las imágenes incluye también las cámaras de los teléfonos celulares y las grabadoras portátiles en miniatura o incorporadas.
Este Señor se defiende de la sanción que el congreso le impuso, de un mes de para obligada en sus funciones de congresista, que el socarronamente llama vacaciones, mencionando que parte de la libertad incluye el tomar fotos. No es delito tomar una instantánea o filmar, aunque borro la filmación, que era más escandalosa, de allí que al menos debemos reconocerle cierta decencia, ciertos límites. Lo filmado ya era demasiado según lo que quiso decir.
Pero, ¿es cierto lo que nos dice?, muchos no le creemos. Las fotos estaban en su cámara digital, luego las “bajo” a su laptop, luego se las robaron. El personal del congreso dice que es imposible que esto ocurra a través de la red del parlamento. No se como pueden afirmar eso, porque hay cada analfabeto informático entre los congresistas. Uno de ellos deslizo que era imposible que no fuera otro que Torres Caro el que editara las fotos porque el las tenia. Bueno si solo el las tuvo siempre, estoy de acuerdo. Pero si las cedió, filtro o se las robaron una edición de una foto digital se puede realizar hasta con los software mas básicos que vienen de regalo. ¿Qué muchacho no ha cambiado la cabeza de una persona por la otra en una edición simple con la PC, o ha eliminado a una persona de una foto?. Esto que antes solo lo podían realizar los gobiernos, o sus agencias que desaparecían personas de las fotos históricas cambiando la percepción de las nuevas generaciones ahora lo hace cualquiera y ya no afecta porque la original esta reproducida en múltiples lugares.
El congresista no ha sido sancionado por tomar fotos, estimo que ha sido sancionado por desleal o por imbécil o por las dos cosas. Sus compañeros de infortunio le pidieron que borre las fotos. No lo hizo. El sabía que esas fotos a parte de ser graciosas exponían la respetabilidad de una institución del país, como es el congreso. No borro las fotos, las almaceno, y las “bajo” a su laptop. Si el argumentara que no sabia, o que le robaron las fotos estaría aceptando que actuó de modo negligente, entonces lo sancionan y bien.
Si el es el poseedor de un cerebro retorcido que toma fotos para enviarlas a un medio de comunicación levantando un pequeño escándalo en un momento adecuado, es una persona que estaría demostrando una gran tendencia a un desorden mental, el mismo que ostentan los criminales que no sienten el menor remordimiento por realizar los actos mas crueles o sanguinarios. Sin ser adivino creo que tendrá difícil el ser reelegido, ha roto algo valioso que construye cada persona: la confianza.
Ha tratado de explicar que la relación era tensa con el líder nacionalista y que cometió un error al ir con el en la lid electoral, pero los hechos nuevamente son los hechos. Este vivaz hombrecillo, que menciono en el programa de Jaime Bayli que conocía el Kung Fu tiene una afición a la fotografía, que seguramente comparte con miles de personas que han visto que en los últimos años el acceso a una cámara digital le da la posibilidad de perennizar momentos. Esta mini revolución de las imágenes incluye también las cámaras de los teléfonos celulares y las grabadoras portátiles en miniatura o incorporadas.
Este Señor se defiende de la sanción que el congreso le impuso, de un mes de para obligada en sus funciones de congresista, que el socarronamente llama vacaciones, mencionando que parte de la libertad incluye el tomar fotos. No es delito tomar una instantánea o filmar, aunque borro la filmación, que era más escandalosa, de allí que al menos debemos reconocerle cierta decencia, ciertos límites. Lo filmado ya era demasiado según lo que quiso decir.
Pero, ¿es cierto lo que nos dice?, muchos no le creemos. Las fotos estaban en su cámara digital, luego las “bajo” a su laptop, luego se las robaron. El personal del congreso dice que es imposible que esto ocurra a través de la red del parlamento. No se como pueden afirmar eso, porque hay cada analfabeto informático entre los congresistas. Uno de ellos deslizo que era imposible que no fuera otro que Torres Caro el que editara las fotos porque el las tenia. Bueno si solo el las tuvo siempre, estoy de acuerdo. Pero si las cedió, filtro o se las robaron una edición de una foto digital se puede realizar hasta con los software mas básicos que vienen de regalo. ¿Qué muchacho no ha cambiado la cabeza de una persona por la otra en una edición simple con la PC, o ha eliminado a una persona de una foto?. Esto que antes solo lo podían realizar los gobiernos, o sus agencias que desaparecían personas de las fotos históricas cambiando la percepción de las nuevas generaciones ahora lo hace cualquiera y ya no afecta porque la original esta reproducida en múltiples lugares.
El congresista no ha sido sancionado por tomar fotos, estimo que ha sido sancionado por desleal o por imbécil o por las dos cosas. Sus compañeros de infortunio le pidieron que borre las fotos. No lo hizo. El sabía que esas fotos a parte de ser graciosas exponían la respetabilidad de una institución del país, como es el congreso. No borro las fotos, las almaceno, y las “bajo” a su laptop. Si el argumentara que no sabia, o que le robaron las fotos estaría aceptando que actuó de modo negligente, entonces lo sancionan y bien.
Si el es el poseedor de un cerebro retorcido que toma fotos para enviarlas a un medio de comunicación levantando un pequeño escándalo en un momento adecuado, es una persona que estaría demostrando una gran tendencia a un desorden mental, el mismo que ostentan los criminales que no sienten el menor remordimiento por realizar los actos mas crueles o sanguinarios. Sin ser adivino creo que tendrá difícil el ser reelegido, ha roto algo valioso que construye cada persona: la confianza.
Aliensombra
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