Alan García Pérez esta medio desenfrenado, cuando asumía el mando se coloca el mismo la banda presidencial, un gesto que señala que se cree superior a la Presidente del Congreso, su compañera Mercedes Cabanillas, y que era imposible que un “inferior” lo “eleve” a Presidente de la República. Sólo él podía erigirse a si mismo, como un pequeño Dios. Sus ganas de rezar, y sus últimos discursos llenos de religiosidad, y las palomas amaestradas sobre su cabeza forman una parafernalia incontrolable en su psique.
Su ya no tan divino cálculo político lo ha arrojado a los brazos de las confesiones evangélicas, pretende que su partido gane las elecciones municipales en Lima, como antaño lo hiciera Jorge del Castillo, hoy Premier de la Republica. Sabe que Castañeda Lossio, el actual burgomaestre es un rival de polendas, pero sumando retorcidamente espera que los apristas de Lima y simpatizantes, los evangélicos, y los transportistas (taxistas) le permitan ganar.
Para conseguir su objetivo utilizará al Pastor Humberto Lay como candidato al que apoyará.
Alan García ha colocado en agenda el tema de la pena de muerte. Porque hay que reconocer que una de las cosas que el Presidente hace mejor es ser candidato, y piensa así. Pena de muerte a los violadores de niños.
Ninguna persona en su sano juicio va aplaudir un acto tan repugnante, y pedirá seguramente el máximo castigo posible. Pero matar a un ser humano, por más horrenda que sea su conducta e inhumano que se comporte, no es la solución que un ser racional le pueda dar al problema. Claro es un problema moral, pero opino que la Cadena Perpetua es un castigo infinitamente mayor, que trata de ser reciproca a la inconducta, y más importante salvaguarda nuestra integridad.
El Pastor Humberto Lay -¿Por qué nos sorprendemos?- esta a favor de la Pena de Muerte. Pero, llevar al país a convertirse en paria internacional, como lo hiciera en su anterior administración, esta relacionado con otro cálculo simultáneo. En su primer gobierno el Perú se volvió paria internacional por declarar el Presidente García que el país pagaría solo el 10% de las exportaciones. Ahora pretende lo mismo pero por denunciar el Pacto de San José de Costa Rica, para lograr en 5 años que se reinstaure la Pena de Muerte. Pero detrás de ello, lo que se buscaría realmente es apartarse de la CIDH, porque se viene una sanción por violación de derechos humanos. Matar dos pájaros de un tiro y volver otra vez paria al Perú. Así se llama.
Su ya no tan divino cálculo político lo ha arrojado a los brazos de las confesiones evangélicas, pretende que su partido gane las elecciones municipales en Lima, como antaño lo hiciera Jorge del Castillo, hoy Premier de la Republica. Sabe que Castañeda Lossio, el actual burgomaestre es un rival de polendas, pero sumando retorcidamente espera que los apristas de Lima y simpatizantes, los evangélicos, y los transportistas (taxistas) le permitan ganar.
Para conseguir su objetivo utilizará al Pastor Humberto Lay como candidato al que apoyará.
Alan García ha colocado en agenda el tema de la pena de muerte. Porque hay que reconocer que una de las cosas que el Presidente hace mejor es ser candidato, y piensa así. Pena de muerte a los violadores de niños.
Ninguna persona en su sano juicio va aplaudir un acto tan repugnante, y pedirá seguramente el máximo castigo posible. Pero matar a un ser humano, por más horrenda que sea su conducta e inhumano que se comporte, no es la solución que un ser racional le pueda dar al problema. Claro es un problema moral, pero opino que la Cadena Perpetua es un castigo infinitamente mayor, que trata de ser reciproca a la inconducta, y más importante salvaguarda nuestra integridad.
El Pastor Humberto Lay -¿Por qué nos sorprendemos?- esta a favor de la Pena de Muerte. Pero, llevar al país a convertirse en paria internacional, como lo hiciera en su anterior administración, esta relacionado con otro cálculo simultáneo. En su primer gobierno el Perú se volvió paria internacional por declarar el Presidente García que el país pagaría solo el 10% de las exportaciones. Ahora pretende lo mismo pero por denunciar el Pacto de San José de Costa Rica, para lograr en 5 años que se reinstaure la Pena de Muerte. Pero detrás de ello, lo que se buscaría realmente es apartarse de la CIDH, porque se viene una sanción por violación de derechos humanos. Matar dos pájaros de un tiro y volver otra vez paria al Perú. Así se llama.
Aliensombra
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